Hoy os traigo una receta dulce y sencilla, bueno como casi todo lo que os voy enseñando, porque todavía me estoy iniciando en esto de la repostería.
Para este postre he elegido dos de los ingredientes más utilizados desde siempre para endulzar nuestros paladares: la nata y las fresas. Pero, como veréis a continuación, a la nata le he dado un toque, haciendo lo que se llama crema chantilly.
Vamos con la receta y los ingredientes que se necesitan.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 4 huevos
- 315 g harina
- 285 g aceite de girasol
- 265 g azúcar
- 10g levadura
- 1 cucharadita de sal
- esencia de vainilla
- 90 g leche
Para el relleno:
- medio litro de nata para montar
- azúcar glacé
- esencia de vainilla
- 10 fresones
Elaboración:
Para el bizcocho:
- Empezamos tamizando en un bol la harina, la levadura y la sal. Reservamos
- Batimos los huevos en otro bol junto con el azúcar, unos 5 minutos hasta que triplique su tamaño.
- Añadimos el aceite poco a poco y la leche, y seguimos batiendo a velocidad lenta, e incorporamos también la esencia de vainilla (yo suelo echar un taponcito).
- Incorporamos la harina, mezclando poco a poco con movimientos envolventes, hasta que quede una mezcla homogénea.
- A continuación, engrasamos los moldes con mantequilla y espolvoreamos un poquito de harina para evitar que se pegue el bizcocho. Yo he utilizado para esta cantidad 2 moldes de 22 cm, y luego partí los bizcochos por la mitad, porque me gustan mas finos. Al final me sobró uno de ellos, porque decidí hacer solamente 3 pisos.*
- Horneamos de 25 a 30 min.
- Una vez estén bien cocidos (prueba del palillo) dejar enfriar 1 hora mínimo.
Para hacer el relleno:
- Montamos la nata en un bol, y poco antes de que esté montada añadimos la cantidad de azúcar glacé al gusto y unas gotas de esencia de vainilla.
- Laminamos los fresones.
Presentación:
Colocamos de base un bizcocho, encima los fresones laminados, y con una manga pastelera hacemos una espiral con la chantilly. Y así sucesivamente con las 3 capas.
Por encima decorar solo con fresones y espolvorear un poco de azúcar glacé.
Hay que dejarla enfriar una vez montada para que quede compacta. Un consejo que os doy para la nata es que busquéis algún estabilizador para que mantenga la textura. Yo he utilizado el azúcar glacé como tal, pero también sirve la maicena, la leche en polvo o los sobres estabilizantes (son un poco difíciles de encontrar).
Y este es el resultado:
La hice para una cena con los amigos y quedaron encantados. Espero que la probéis porque está realmente deliciosa.
Cristina
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